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PARROQUIA EL SEÑOR DE LA COLUMNA

“35 años al servicio de la evangelización”

Última actualización abril de 2021

1. RESEÑA HISTORICA: del 01 DE ABRIL DE 1986 al 2021

A mediados de los años 1960 - 1965, nuestro territorio pertenecía a la Parroquia de Santa Inés, y estaba conformado por los Barrios: San Vicente alto y bajo, Las Columnas, Bellavista alto y bajo, Los Alpes, El Triángulo, Urbanización San Juanito, Lucero, Balcones de Provenza, La Herradura, Horacio Orjuela y otros más que se hallaban en proceso de organización y construcción, y sus habitantes tenían que desplazarse hasta las Parroquias Santa Inés, como Adscritos, María Auxiliadora en La Victoria y El Divino Niño, en el 20 de Julio, para participar en la Santa Misa dominical, recibir los sacramentos y aprovechar los demás servicios espirituales y pastorales, que la Iglesia ofrecía en estos lugares.

En el año 1965, un grupo de feligreses, conformado por: Saúl Amézquita, Domingo Pulido, Genaro Beltrán, Marco Tulio García, Julio Vega, Juan Quimbay, Emiliano Santos, Senén Ochoa y Jesús Jiménez, todos ellos ya fallecidos. Lo mismo que Jaime Sarmiento, Amparo Gil de Moreno, Julio Gómez, Antonio Galeano y Belarmino Delgado, quienes aún viven y comparten con nosotros los frutos de la fe, transformada en obras, mediante el esfuerzo y la perseverancia de todos.

Ante la necesidad de conseguir un sitio donde construir la obra, el Sacerdote encargado: Padre Santiago Beltrán junto con algunos representantes de la comunidad, hablaron con el Señor Don Francisco Gómez, propietario de un lote de terreno, ubicado en este lugar y lo negociaron. 

Una vez adquirido el lote se conformó la junta Pro-templo, presidida por el Señor Marco Tulio García, quien desempeñó este cargo durante varios años, junto con Aparicio Chávez, Saúl Amézquita, Juan de la Cruz Quimbay y Milciades Martínez, entre otros. La junta inicia la construcción de una capilla en madera y guadua por los costados, cubierta con teja de zinc, y le dieron el nombre de La Capilla de Los Pinos.

Con esta Capilla los feligreses se animaron mucho y decidieron continuar adelantando la obra; la junta Pro-templo se propuso iniciar la construcción del Templo definitivo, para lo cual se realizaron diferentes actividades, tales como: bazares, rifas, reinados, se solicitó a los vecinos la generosa colaboración, en dinero y en materiales, así como la ayuda en la mano de obra.

Los deseos de la junta Pro-templo y de la comunidad cristiana se hicieron realidad, cuando el Eminentísimo Señor Cardenal, Mario Rebollo Bravo, mediante Decreto No. 92, del 01 de abril de 1986, la erigió en Parroquia, asignándole como Titular y Patrono “El Señor de la Columna”.

La nueva Parroquia quedó integrada por los barrios: Las Columnas, San Vicente, Bellavista, Los Alpes (que contaba con su Capilla), La Herradura, Horacio Orjuela, Nueva España, junto con otros proyectos que se adelantaban en el Sector.

Este acontecimiento fue recibido con gran alegría y júbilo por parte de la comunidad católica beneficiada, que recibió con alborozo a su primer Párroco.

El Padre José Hernando Góngora Galvis (1986 – 1988), quien, después de tomar posesión, el 27 de abril de 1986, inició la vida sacramental, en este lugar, mediante la administración del bautismo a María del Pilar Pacanchique Alvarado; el 04 de mayo de 1986, presidió el matrimonio de José Domingo Páez Torres y Alicia Gómez Rincón; y el 16 de noviembre de 1986 se administró la confirmación a un grupo de jóvenes, cuya lista encabeza Myriam Adriana Ávila Contreras. Posteriormente, el Padre Góngora continuó trabajando por las mejoras del Templo, y permaneció en esta comunidad parroquial hasta el año 1988.

Al primer Párroco que, con gran tesón y emprendimiento, puso las bases espirituales y pastorales, para el futuro de la obra evangelizadora que apenas iniciaba aquí, le sucedió:

El Padre José Elber Arcila (1988 – 1991), quien al llegar a la Parroquia y ver que el Templo era muy pequeño, teniendo en cuenta que había fechas religiosas donde se congregaba una gran cantidad de personas y el espacio no alcanzaba a albergarlos a todos, inició la excavación de la otra parte del terreno, para hacer la ampliación.

En 1991, fue nombrado como Párroco:

El Padre Jorge Armando Ruiz Ampudia (1991 – 1997), quien se propuso la tarea de terminar la ampliación del Templo en su totalidad. Con el apoyo de la junta Pro-templo y de la misma comunidad.

Ahora, después de muchos esfuerzos, sacrificios y desvelos, la meta propuesta por el Padre Jorge Armando estaba cumplida: el 24 de marzo de 1997, el Eminentísimo Señor Cardenal, Pedro Rubiano Sáenz, junto con varios sacerdotes y un nutrido grupo de feligreses de la Parroquia, bendijo el nuevo Templo ampliado.

Hoy, al hacer feliz “Memoria Agradecida”, de esta importante obra, impulsada por el Padre Jorge Armando Ruiz Ampudia, le expresamos nuestro profundo reconocimiento y perenne gratitud por su abnegada labor, espiritual y material, realizada en esta comunidad parroquial, para Gloria y Alabanza del Señor.

En 1997 llego como Párroco el Padre Nelson Molina Camacho (1997 – 1998), quien en su corto tiempo de servicio parroquial, se destacó por ser un sacerdote sencillo y humanitario, que logró compartir las alegrías, dificultades y esperanzas de la comunidad, con espíritu generoso y entusiasta, dejando como recuerdo, su permanente entrega y fidelidad al ministerio encomendado.

En remplazo del Padre Nelson Molina fue nombrado:

El Padre William Eduardo Alfonso Gómez (1998 – 2003) quien dedicó especial atención a la promoción de los niños y jóvenes, logrando una verdadera transformación espiritual, social y cultural de las familias y de la comunidad en general.

Al ser trasladado el Padre William Alfonso, fue asignado como Párroco:

El Padre Luis Francisco Cely Cely (2003 – 2007), quien continúo congregando la comunidad parroquial e hizo algunos arreglos en los salones, amplió las escaleras del Templo, construyó las materas aledaños y la plancha del costado sur. Conformó varios grupos de oración, música y la Legión de María. La comunidad le recuerda por ser una persona muy detallista y emotiva, que sabía llegar al corazón detodos, conquistándoles para la obra del Señor.

Después del Padre Luis Francisco, le correspondió asumir como Párroco:

El Padre Edgar Oswaldo Alarcón Manrique (2007 – 2012), quien se caracterizó por su nobleza, sencillez y su profunda espiritualidad. También adelantó algunas mejoras en el templo: cambió las rejas, que servían de puerta a la entrada, y construyó los muros a ambos lados; hizo la adecuación de la sacristía y del coro; levantó la pared del costado sur del altar y organizó el ropero parroquial. Promovió la vida

sacramental, la formación integral de la comunidad y le correspondió el honor de celebrar las bodas de Plata de la Parroquia.

En agosto del año 2012, fue nombrado como Administrador Parroquial:

El Padre Jairo Alberto Merlo Pinzón (2012), quien permaneció al frente de la Parroquia, hasta el 02 de octubre del mismo año. Durante este corto tiempo continuó animando la participación de la comunidad; el 25 de septiembre celebró la Fiesta Patronal, con una extraordinaria participación de feligreses y consiguió recursos para dejar a paz y salvo la Parroquia. La gente le acogió con gran cariño y confianza, por su

humildad y sencillez personal, su cercanía a los diferentes sectores humanos y su dinamismo pastoral, le hicieron merecedor de un gran aprecio, gratitud y reconocimiento de parte de todos.

El 02 de octubre del 2012, el Eminentísimo Señor Cardenal, Rubén Salazar Gómez, nombró en su reemplazo, como Administrador Parroquial:

Al Padre Ramón Bueno Ballesteros (2012 al 2015), procedente de la Diócesis de Socorro y San Gil, quien inmediatamente tomó posesión de su oficio, en presencia del Señor Vicario Episcopal de la Zona Pastoral San José, Monseñor Francisco Niño Súa. El nuevo Administrador fue acogido con gran alegría por la comunidad, que esperaba su llegada con el anhelo y la esperanza de poder

continuar la misión pastoral parroquial adelantada por sus dignos antecesores.

El Padre Bueno hizo una cordial invitación a todos y cada uno de los feligreses a colaborar en la acción evangelizadora, teniendo como criterio: “Que muchos hagan poco y no que pocos hagan mucho”, de tal forma que nadie se sintiera excluido de la acción pastoral, porque los laicos tienen un puesto y una misión insustituible en la vida de la Iglesia y el Párroco debe ser un animador, que facilita el ejercicio de los dones y carismas que Dios les ha confiado.

El 11 diciembre del 2015, fue nombrado como Administrador Parroquial y el 06 de septiembre de 2016, fue nombrado Párroco

El Padre Leandro Antonio Ruiz España (2015), Desde su llegada, el actual párroco, ha venido fortaleciendo la participación de la comunidad parroquial en cada uno de los grupos; así mismo, se ha incrementado las buenas relaciones con cada una de las Juntas de Acción que están dentro de la jurisdicción parroquial.

Desde en campo del Plan de Evangelización, cabe anotar, que nuestra comunidad parroquial se ha caracterizado los últimos años por participar y unirse permanentemente a la comunión Arquidiocesana desde la organización y participación de las diversas acciones evangelizadoras.

Finalmente, la gestión del actual representante legal ha permitido la dotación completa de los elementos del templo destinados para el culto como de cada una de las instalaciones tanto de casa cural, salones parroquiales y oficinas.

Es de anotar que de esta Parroquia ha sido segregada la Parroquia Nuestra Señora de los Alpes, Decreto 316 del 30 de abril de 2012; en el año 2014 se erigió la Parroquia de San Jerónimo, con una parte del territorio de esta Parroquia y de Santa Inés y en el mismo año se creó la Parroquia San Raimundo, integrada por otra parte del territorio de la Parroquia El Señor de la Columna, de María Auxiliadora y La Gloria. La comunidad parroquial actual se ha reducido considerablemente, contando propiamente con la gente que habita más cerca al templo.